Le K'dar - biografía

Joseph Kádár

2014., kormendigaleria.hu


PINTOR, GRÁFICO, ESCULTOR, FOTÓGRAFO, REDACTOR, ESCRITOR ARTÍSTICO, COLECIONISTA, INSTITUTOR DE VARIOS MUSEOS


Nace en 1936, en Debrecen (Hungría). Su carrera artística empieza en 1956 – en tiempos revolucionarios – y su carácter rebelde le acompaña durante su vida: un personaje rebelde, que busca los cambios, receptivo a las formas nuevas, al contenido nuevo y a las técnicas nuevas. Al terminar los estudios artísticos, en 1962 deja de vivir en Budapest y regresa a su ciudad natal, en busca de la libertad artística y, al mismo tiempo, huyendo del estilo dominante de la época, llamado realismo socialista. No obstante, después de un año se da cuenta de que la libertad artística no existe en su ciudad, hasta se enfrenta al líder dictatórico del arte local. En los años siguientes se aleja de los medios realistas y se dedica a la experimentación de teorías como el expresionismo, cubismo, irrealismo, hasta crear unas monotípias abstractas. Aunque su arte va transformándose y cambia mucho en este período, no puede participar en exposiciones (ni personales ni colectivas) por estar marcado como revolucionario.
Surge la pregunta – ¿ser o no ser?¿Abandonar la carrera artística o Hungría? En 1969 va a París (ilegalmente). En la capital de los artes experimenta la total libertad artística y – junto a los estilos periféricos – se sumerge en el surrealismo, que le deja experimentar la creación incontrolada y le libera de la esclavitud espiritual traida de Hungría. En estos tiempos empieza a entender el presente del arte europeo. Junto a los estilos periféricos (livres-objects, post-mail-art, collage, recup’art, etc.) hace fotografías artísticas y fotogramas. En sus fotografías elabora sus impresiones sacadas en India, Italia, Israel y España, cuyo contenido artístico fue apreciado también por Lucien Hervé. Desde 1979 se dedica a la electrográfica y convierte la fotocopiadora en un medio artístico: multicopia, estira, contrae sus fotos y sus colages. Algunas de sus obras no pueden producirse con máquinas multicopista tradicionales (p.ej.: los relieves -electrográficas de tres dimensiones).
Después de su período surrealista llega una época más disciplinada, la de la geometría. Las características más generales de estas obras suyas son la composición tiesa, el punto de vista constructivo y el interés geométrico (el neoconstructivismo y la geometría variable, incluso el horizontalismo). La importancia de sus revistas artísticas es bien reconocido. Organizador de varios bienales y exposiciones en Francia, Alemania, Corea del Sur, Hungría, Bélgica, etc, edita y redacta numerosos periódicos y publicaciones de contenido artístico (Revue d’Art 90º, Parisiens Hongrois, Revue Enveloppe, Elektrografika). Sus artículos más importantes argumentan cuestiones del post-mail-art, del dualismo, y del horizontalismo.
Es fundador de varios museos, cuya colección presentada forma parte de su colección propia (Museo Internacional Moderno de Hajdúszoboszló, Museo de Post-Mail-Art, Museo de los Artistas del Hajdúság y Museo Joseph Kadar).
Desde 1971 le preocupa la cuestión del dualismo, que regresa periódicamente durante su carrera artística ( la presentación de dos teorías o estilos, unirlos o, al contrario, oponerlos en una sola obra – destacando la harmonía o demostrar la disconformidad choquante, según el contenido). Kádár, el artista maduro, encuentra en el dualismo la forma de expresarse a sí mismo y la oportunidad de reflejar la realidad actual del siglo XXI. Para la elaboración de las obras dualistas le sirven como base sus propios temas y pinturas surrealistas y geométricas, ampliándolas y transformándolas al mismo tiempo.
A principios del siglo XXI vuelve a trabajar con formas geométricas buscando un punto de partida nuevo, sin embargo pronto descubre que las formas planas son nada más que reducción del pensamiento humano (la búsqueda de lo semejante). Así que el elipsoide – forma nueva para él – domina últimamente sus pinturas. Desde 2009 se nota también el desplazamiento en las composiciones, la estructura vertical está desplazado conscientemente (p.ej.: el espacio deja de ser vertical y estático y se inclina hacía la derecha o izquierda en 70 grados mientras que el elipsoide se gira hacía la dirección contraria). El resultado de todo esto es que la pintura muestra un movimiento extendido, algo innatural.
Joseph Kádár sigue activo, hoy día se dedica a tratar los 40 años de experiencias de París.


A cikkben szereplő művészek:

Kádár József